lunes, 31 de mayo de 2010, 4:51
Gracias por todos los halagos y las palabras. Me encantaría volver, como decía Carlitos, el único, pero la realidad es la que se pinta: estar lejos, desterrado, significa también que los tuyos crean querencia. Aquí son ellos, allá esta la tierra que no los conoce, de la que ignoran los códigos, aquí están sus amores y, pronto, sus hijos.
Volver significa abandonar a estas simientes, dejarlas solas y, lo peor, dejarse solo de sus caricias y mimos, y claro que habrá abrazos y militancia, claro que compartiremos medialunas y asados. Pero no podré ser meado por los hijos de los hijos, no me conocerán cuando me visiten, porque seré un desconocido. Sí el abuelo, el tío abuelo, pero a la distancia, y creo que el amor pesa, porque mi memoria será su memoria de amores y recuerdos. Seré la memoria de un país, de un continente que deberán amar y respetar. Gracias a todos, seguro estaré por allí en cualquier momento y podré compartir con ustedes miles de cosas, pero será solo un tiempo de cargar pilas y seguir luchando.
Un gran abrazo y gracias por ser parte del continente de la esperanza.
Angel Barrios
Estocolmo
♥
Sea, entonces, Angel: te veremos cuando vengas a vivir aunque sea por unos días esta realidad latinoamericana que por fin asumimos con alegría, con la fuerza que nos permiten nuestras edades, y con la esperanza de la juventud que despierta, por fin despierta y toma la posta.
ResponderEliminar...y esta vez las medialunas las pondremos nosotros/as.
ResponderEliminar¡te esperamos!
Leda de V. Mitre