Y también gracias a Ricardo por justificar a Larrea. Lo que sí, como tenés tiempo de leer tranquilo -a diferencia de lo que pasa en la radio, al aire- fijate lo que yo escribí. Que si no tenían tiempo o ganas de leerlo, no tenían ninguna obligación.
Y yo también soy oyente consuetudinaria, y sé que se escapan cosas.
Ahora bien, hay una gran verdad: si la radio no es para los oyentes, ¿para quién es?
O sea, si no nos cuidan a nosotros, ¿a quién?
A menos que lo tomen como un medio para lamerse mutuamente los calcetines los "grandes de la cultura nacional"...
No quiero ceder a la tentación de decir: "Margaritas a los chanchos"...
¡Uy, se me escapó!
♥ ♥ ♥ ♥
Coincido con vos más allá de que no soy un fanático de los oyentes.
ResponderEliminarNo creo que Larrea sea un grande de la cultura nacional. Es un atorrante sensible, con una oído gigante y un notable conocimiento de su oficio. Supongo que justamente por todo eso lo quiero tanto, más allá de que seguramente si ahondamos no coincidamos en muchas cosas.
Pero no quiero dedicarme a defender a Héctor que por otra parte no necesita que lo defienda. Pero si me entusiasma la idea de discutir un poco la radio, a mí también como a vos a veces me hace enojar Apo. Por ejemplo ¡No quiero escuchar nunca más la anécdota de Armando Manzanero! ¡Si algún día me lo cruzo a Dany Martin le pego una trompada! Además: ¿Es necesario que Alejandro nos recuerde que estaba en México cada tres segundos? ¿Por qué nos trata casi todo el tiempo como si tuviéramos tres años?
¿Horacio Embón no es por momentos algo así como una Mirtha Legrand pseudo progre?
¿No estás harta del micro institucional Sabías qué?
¿Tiene sentido esa media hora forzada de Tinta Roja a las 8:30?
Me quedo pensando algunas más que seguro existen y espero algunas tuyas.
Otro saludo