Dolida, les cuento que hoy se me ocurrió enviar un poema breve de mi autoría porque se refería a un tema que estaba comentando el insigne Hetitor: el miedo. Empezó a leerlo la locutora que, al saltear palabras, le cambió el sentido. Y el propio Larrea tomó una palabra de la lectura, "órgano", para ponerse a joder y la cortó.
Yo digo, si no tenían tiempo o ganas de leerlo, ¿por qué no lo dejaron en paz, al menos?
No me jacto de ser la gran poeta argentina, pero sé que soy buena, y ése lo he leído ante un público exigente, de "colegas" poetas, y fue muy aplaudido.
¿Entonces?
Se los muestro en el diario de una diariera.
Se llama Miedodio
lunes, 4 de octubre de 2010
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Que no te llegue, Ana. Tu poema vale y vos vales mas alla de lo opine Larrea. Como lo tome el, como lo tomen otros, depende de su preparacion, de su momento, de su historia...
ResponderEliminarque ironico que tu poema le quepa a su circunstancia, no?
Que los patadones de los no-preparados le den al viento que genera la velocidad rauda de tus pensamientos.
Un abrazo
Palo
Ana te conozco como consuetudinario oyente de Radio nacional que soy. Supongo que lo que hizo mi adorado Larrea es imperdonable, pero también se a fuerza de escucharlo de toda la vida que sus programas, sus tempos radiales maravillosos tiene un fragor que se devora todo. Seguramente no era el momento para leerlo, seguramente un segundo después se olvido. Yo alguna vez lo escuche reirse de Jorge Fandermole solamente por seguir con un clima estudiantil que se venía generando en una situación anterior.
ResponderEliminarDolina muchas veces hace cosas así solamente con una sutileza abrumadora.
Me da lástima lo que pasó con tu poema, te conozco desde que dejabas mensajes en a Troche y Moche ese maravilloso experimento que tenían Tom Y Pancho.
También se que Héctor lo hubiera valorado muchísimo en otro momento, otro día, con otro clima, fue un error de una milésima de segundo que en radio es casi inevitable, y la radio; la radio anárquica (como corresponde), bien hecha como la que hace Larrea es así. Prefiero estos imperdonables errores antes que la voz de Ernesto Tenembaum aclarando que su tango preferido es Naranjo en flor.
Un saludo afectuoso